miércoles, 7 de octubre de 2015

CUARTO TRASTORNO: SÍNDROME DE ASPERGER





El síndrome de Asperger o trastorno de Asperger es un conjunto de problemas mentales y conductuales que forma parte de los trastornos del espectro autista. Se encuadra dentro de los trastornos generalizados del desarrollo La persona afectada muestra dificultades en la interacción social y en la comunicación de gravedad variable, así como actividades e intereses en áreas que suelen ser muy restringidas y en muchos casos estereotípicas.


Se diferencia del autismo infantil temprano descrito por Kanner y de otras formas menos específicas en que en el trastorno de Asperger no se observa retraso en el desarrollo del lenguaje, y no existe una perturbación clínicamente significativa en su adquisición. No hay retardo, por ejemplo en la edad en que aparecen las primeras palabras y frases, aunque pueden existir particularidades cualitativas (por ejemplo gramaticales) que llamen la atención, así como una preservación generalizada de la inteligencia.1 2 Aunque la edad de aparición y detección más frecuente se sitúa en la infancia temprana, muchas de las características del trastorno se hacen notorias en fases más tardías del desarrollo, cuando las habilidades de contacto social comienzan a desempeñar un papel más central en la vida de la persona.




Clasificación

Según la manifestación de por lo menos dos de las siguientes características:



  • Deficiencia marcada en el uso de múltiples comportamientos no verbales tales como contacto visual, expresión facial, posturas del cuerpo y gestos para regular la interacción social.



  •  Incapacidad para desarrollar una buena relación con sus iguales apropiadas para el nivel de desarrollo.




  • Falta de esfuerzo espontáneo para compartir placer, intereses o logros con otras personas (por ejemplo, por la falta de mostrar, traer o apuntar objetos de interés a otras personas).



  • Falta de reciprocidad social y emocional.






Patrones restringidos, repetitivos y esteriotipados de comportamiento, intereses y actividades, tal como se manifiesta al menos por una de las siguientes características:


a. Preocupación total con uno o más patrones esteretipados y restringidos de interés que es anormal ya sea en intensidad como en enfoque.

b. Adherencia aparentemente inflexible a rutinas y rituales específicos y no funcionales.

c. Formas motrices esteretípados y repetitivos (por ejemplo, el aleteo o torcedura de manos y dedos o movimientos complejos de todo el cuerpo



Preocupación persistente en la manipulación de piezas de objetos.




El trastorno causa una deficiencia clínicamente significativa en el aspecto social, ocupacional y en otras áreas importantes de funcionamiento.

No hay un atraso general clínicamente significativo en el desarrollo del lenguaje (por ejemplo, las palabras sueltas utilizadas a la edad de 2 años, las frases comunicativas usadas a la edad de 3 años).

No existe un retraso clínicamente significativo en el desarrollo cognitivo o en el desarrollo de destrezas de autoayuda de acuerdo a la edad apropiada, de comportamiento con capacidad de adaptación (además de la interacción social) y curiosidad acerca del medio ambiente de los niños.

No se cumplen los criterios de otro Trastorno Generalizado del Desarrollo o Esquizofrenia específica.





Causas



Los estudios más recientes que han abordado esta patología apuntan hacia la existencia de anormalidades cerebrales. Empleando las técnicas de imágenes cerebrales se han revelado diferencias estructurales y funcionales en regiones específicas del cerebro que podrían estar causadas por una migración anormal de células embriónicas durante el desarrollo fetal. Esto afectaría la estructura cerebral y el “cableado” y posteriormente provocaría un daño en los circuitos neurales responsables del pensamiento y el comportamiento.

Se conoce que existe una reducción de la actividad cerebral en el lóbulo frontal de las personas con Síndrome de Asperger así como niveles anormales de algunas proteínas específicas relacionadas con los comportamientos obsesivos y repetitivos.

También se hace referencia a un posible componente hereditario ya que en las personas son Síndrome de Asperger, los hijos suelen desarrollar algunas de estas características, si bien pueden ser menos acuciadas. Aun así, hasta el momento no se ha detectado un gen específico. De hecho, algunas teorías apuestan por la presencia de un grupo común de genes cuyas variaciones o supresiones hacen que la persona sea más vulnerable. Precisamente, esta combinación genética es la que determinaría la gravedad de los síntomas.




Síntomas




El síntoma más distintivo del Síndrome de Asperger es el interés obsesivo del niño por un objeto o tema único, de forma que excluye el resto de los intereses normales para su edad. De esta forma, estos pequeños llegan a convertirse en verdaderos expertos en un tema hasta el punto que llegan a parecer profesores en miniatura, también por la formalidad de su vocabulario.

En los niños con Síndrome de Asperger se aprecia una restricción significativa de los comportamientos no verbales como la expresión facial y el contacto ocular. También se nota una marcada incapacidad para desarrollar relaciones con sus coetáneos así como una ausencia de reciprocidad social o emocional.

A la misma vez, el niño con esta patología suele mostrar una adhesión inflexible a rutinas específicas que no cumplen ninguna función, presentan manierismos motores como sacudir o girar las manos y los dedos y una preocupación anormal y persistente por partes de algunos objetos. Estas particularidades son las que conllevan a confundir el diagnóstico del Síndrome de Asperger con el autismo, sobre todo si en éste último se ha conservado la inteligencia.


Aunque no se presenta un retraso significativo del lenguaje y otras habilidades cognitivas, el problema en la comunicación y la restricción de la esfera de intereses suele causar un deterioro importante en la actividad social de estos niños.






ADECUACIONES
CURRICULARES





En el  ámbito de la comunicación y el lenguaje, las alteraciones son también significativas  Aunque no presentan retrasos en los aspectos estructurales, los aspectos funcionales suelen estar alterados y Les cuesta realizar tareas que exijan una respuesta divergente, personal, abierta o creativa, tales como realizar una redacción, un dibujo libre o participar en un debate en clase.

Las adaptaciones de los elementos del currículo comenzarán por los elementos no prescriptivos para después continuar, si resulta necesario, con las adaptaciones de los elementos prescriptivos.

En lo que se refiere a los objetivos, contendidos y criterios de evaluación, estos alumnos/as suelen necesitar una priorización y una temporalización distinta de objetivos, contenidos y criterios de evaluación.


El desarrollo de las capacidades comunicativas, desarrollando habilidades conversacionales, prosódicas y de comprensión del lenguaje no literal. El desarrollo de habilidades sociales. La comprensión y la participación de situaciones sociales. También requieren estrategias metodológicas específicas.  Distinguiré, por una parte, aspectos metodológicos generales. Después me referiré a metodologías más específicas para desarrollar las habilidades sociales y comunicativas.























TERCER TRASTORNO: TRASTORNO DESINTEGRATIVO DE LA INFANCIA (SÍNDROME DE HELLER)





El trastorno o síndrome desintegrativo de la infancia, también conocido como síndrome de Heller o psicosis desintegrativa, es una enfermedad rara caracterizada por una aparición tardía (>2 años de edad) de retrasos en el desarrollo del lenguaje, la función social y las habilidades motrices. Los investigadores no han tenido éxito al encontrar una causa para este desorden.

Está incluido dentro del trastorno del espectro autista junto con el autismo clásico, síndrome de asperger y autismo atípico pero se suele observar un periodo aparente de desarrollo bastante normal antes de aparecer una regresión (o serie de regresiones) en las habilidades. Muchos niños ya se encuentran con algo de retraso cuando la enfermedad se hace patente, pero estas demoras no son siempre obvias en los niños más pequeños.


La edad en la cual sobreviene esta regresión varía, y puede ocurrir entre los 2 y los 10 años.




Clasificación


Se clasifica el SH dentro de las enfermedades del espectro autista, que comparte con el autismo y con el Síndrome de Asperger, puesto que muchas de sus características resultan similares. Las diferencias principales con estas dos patologías son básicamente tres: la aparición tardía del SH, la asociación de éste con convulsiones de tipo epiléptico, mucho más frecuentes que en las otras dos, y un compromiso de retraso mental mucho mayor.

Por su parte, también se consigna que se trata de una dolencia de una rareza extrema, puesto que se señala que afecta a entre 2 y 3 niños de cada 100.000, es decir, que es casi cien veces menos frecuente que el autismo, cuya estimación de ocurrencia ronda, más allá de las disputas sobre la corrección de los diagnósticos al respecto, en 20 por cada 10.000.

No existen evidencias de que la condición social o étnica produzca diferencias en la posibilidad de su padecimiento. Respecto del sexo, si bien se reportan más casos en sujetos masculinos que en femeninos, ello no resulta significativo, por resultar levemente superior el número de unos respecto de las otras.



Causas

Se desconocen las causas aunque se asocian a ciertos factores:


Algunos investigadores han visto al síndrome de Heller como una forma de autismo tardío con su propia etiología. Otros investigadores piensan que puede ser una demencia de la infancia, la causa podría ser la formación de placas amiloides en el cerebro, esta teoría aún no está probada en su fisiopatología.
Se asocia el síndrome de Heller con trastornos convulsivos y esclerosis tuberosa.

La causa de este trastorno se desconoce, pero ha sido relacionado con problemas del cerebro y del sistema nervioso. Un niño afectado por este trastorno pierde:

  • Habilidades comunicativas.
  • Comportamientos no verbales.
  • Destrezas que ya había aprendido.





SÍNTOMAS



El trastorno de aparecer suele hacerlo entre los 3 y 4 años, por lo general antes de los 10 años. El inicio puede ser repentino o gradual. Los padres y educadores no han notado ninguna anormalidad en el lenguaje, las relaciones normales o el juego. En algunos casos el niño se muestra inquieto, hiperactivo ansioso ante la pérdida de sus funciones.
Los niños/as afectados presentan regresiones o pérdidas significativas en al menos dos de la siguiente relación:

  • Jugar
  • El lenguaje, las habilidades sociales
  • Las habilidades motoras
  • El control de la vejiga y del intestino.


El signo más importante de este trastorno es la pérdida de los hitos fundamentales del desarrollo. Generalmente, el diagnóstico se hace si el niño ha perdido funcionalidad en al menos dos áreas del desarrollo. Los síntomas más característicos son:

  • Retraso o ausencia de lenguaje hablado
  • Deterioro de conductas no verbales
  • Incapacidad de iniciar o mantener una conversación
  • Ausencia de juego
  • Pérdida del control de esfínteres
  • Pérdida de destrezas comunicativas o lingüísticas
  • Pérdida de habilidades motoras
  • Pérdida de destrezas sociales
  • Problemas para establecer relaciones con otros niños y miembros de la familia.






ADECUACIONES
CURRICULARES









Lo primero que hay que tener en cuenta es que el autismo no tiene cura, por lo tanto acompañará al niño durante todo su periplo vital. Lo que sí tiene es tratamiento, que de realizarse adecuadamente pueden contribuir eficazmente a su desarrollo y bienestar.

El grado de mejoría e integración social de un alumno con autismo no depende exclusivamente de la educación que reciba, puesto que influyen otros muchos factores como: tipo de autismo, grado de afectación y entorno familiar y social. Sin embargo, está demostrado que una educación de calidad, donde se utilicen métodos y terapias adecuadas y estimulantes, y siempre que sea posible en el aula ordinaria, es fundamental en el desarrollo de estos niños.

La intervención educativa de un niño autista debe realizarse siempre bajo la supervisión y apoyo de personal especializado o con formación específica. Es muy importante que tenga un enfoque que abarque las siguientes dimensiones básicas:



  • Identidad y auto reconocimiento.
  • Capacidades de relación social.
  • Autocontrol.
  • Competencias de anticipación.




Procesos de utilización adecuada de conductas aprendidas.


Para lograr estos procesos y competencias, el maestro y los especialistas deben utilizar principalmente: terapias psicomotoras, aprendizaje por imitación y topo tipo de juegos donde prime la experimentación y la implicación de todos los sentidos.





jueves, 1 de octubre de 2015

SEGUNDO TRASTORNO: SÍNDROME DE RETT









El síndrome de Rett es una enfermedad congénita con compromiso neurológico que afecta la gran mayoría de las veces al sexo femenino.

La enfermedad que no es evidente en el momento del nacimiento, se manifiesta generalmente durante el segundo año de vida, y en todos los casos antes de los 4 años. Afecta aproximadamente a 1 niña de cada 10.000. Puede observarse retraso grave en la adquisición del lenguaje y de la coordinación motriz, así como retraso mental grave o severo. La pérdida de las capacidades es por lo general persistente y progresiva.


El síndrome de Rett provoca grave discapacidad en todos los niveles, haciendo al enfermo dependiente de los demás para el resto de la vida. Toma su nombre del médico austríaco Andreas Rett, que fue el primero en describir la enfermedad en 1966.



Clasificación

  • Inicio prematuro: comienza generalmente entre los 6 y 18 meses de edad. Con mucha frecuencia se pasa por alto esta etapa porque los síntomas del trastorno pueden ser muy sutiles y los padres y los médicos no notan el retraso leve inicial en el desarrollo. El niño puede comenzar a mostrar menos contacto visual y presentar menos interés en los juguetes. Puede haber retrasos en las capacidades motoras importantes tales como sentarse o gatear. También puede presentarse frotamiento de las manos y disminución en el crecimiento de la cabeza, pero no lo suficientemente marcados como para llamar la atención. Esta etapa generalmente dura algunos meses, pero puede durar más de un año.


  • Estabilización o etapa seudo-estacionaria: comienza generalmente entre las edades de 2 y 10 años y puede durar años. La apraxia, los problemas motores y las convulsiones son prominentes durante esta etapa. Sin embargo, pueden presentarse mejoras en el comportamiento, una disminución en la irritabilidad, el llanto y las características de autismo. Un individuo en la etapa III puede mostrar más interés en el medio que le rodea y puede haber mejoras en su nivel de atención y en las capacidades de comunicación. Muchas niñas permanecen en esta etapa la mayor parte de su vida.


  • Deterioro motor tardío: puede durar años o décadas y se caracteriza por una movilidad reducida. La debilidad muscular, rigidez (tensión) muscular, espasticidad (músculos rígidos con espasmos ocasionales), distonía (aumento en el tono muscular con postura anormal de las extremidades o del tronco) y escoliosis (curvatura de la espina dorsal) son otras características resaltantes. En las niñas, la capacidad de caminar podría perderse. Generalmente, no hay disminución en las capacidades cognitivas, de la comunicación o de las destrezas de la mano en la etapa IV. Los movimientos repetitivos de la mano pueden disminuir y la capacidad de mirar fijamente generalmente mejora.





Causas

La mayoría de los casos de síndrome de Rett son causados por una mutación. Una mutación es un defecto o alteración estructural. En la mayoría de los casos de síndrome de Rett, este cambio es en el gen MECP2, que se encuentra en el cromosoma X. Los cromosomas contienen los genes que determinan cómo nos vemos, crecemos y funcionamos. El cromosoma X es uno de los dos cromosomas que establece el sexo de una persona. Los investigadores identificaron el gen MECP2 en 1999. Es uno de los genes responsables de la producción de una proteína necesaria para el desarrollo normal del cerebro.

La progresión y la gravedad de la enfermedad dependen del tipo, la localización y la gravedad de la mutación genética y el equilibrio de “X-inactivación.” En las niñas, cada célula en el cuerpo tiene dos cromosomas X, pero en cada una de las células del cuerpo uno de los cromosomas X es inactivado y uno permanece activo. Dependiendo del equilibrio determinado al azar de cual el cromosoma X se inactiva (es decir, el que tiene o no tiene la mutación MECP2) la gravedad de la condición en la niña puede variar. Esto significa que si dos chicas tienen la misma edad y tienen la misma mutación todavía pueden tener diferentes discapacidades.

Los niños sólo tienen un cromosoma X (el otro del par es el cromosoma Y), si tienen una mutación completa de MECP2, es activa en todas las células resultando a principios de aborto involuntario o un clínico grave. Sin embargo, lo más que se aprende sobre la genética de esta enfermedad, una variedad de raras presentaciones clínicas y mecanismos genéticos se han descrito en niños.





Síntomas 



Tras una fase inicial de desarrollo normal, se asiste a una detención del desarrollo y luego a un retroceso o pérdida de las capacidades adquiridas. Se observa una disminución de la velocidad de crecimiento del cráneo (de tamaño normal al nacimiento) con respecto al resto del cuerpo entre los primeros 5 y 48 meses de vida.


Se ha observado un desarrollo psicomotor normal dentro de los primeros 5 meses de vida. Posteriormente se deterioran las capacidades manuales anteriormente desarrolladas y aparecen movimientos estereotipados de las manos (agitarlas, morderlas, retorcerlas). Se observa también una progresiva pérdida de interés por el entorno social, que en algunos casos reaparece con la adolescencia.

Otro síntoma, la apraxia -la incapacidad de realizar funciones motoras- es quizás la característica más debilitante del síndrome de Rett. La apraxia interfiere con todos los movimientos del cuerpo, incluyendo la fijación de la mirada y el habla.


También pueden estar presentes anomalías del electrocardiograma, epilepsia (más del 50% de las personas enfermas ha tenido al menos una crisis epiléptica), rigidez muscular que puede provocar deformidad y atrofias musculares, deambulación (en cerca del 50% de los sujetos), escoliosis y retraso del crecimiento.




ADECUACIONES
CURRICULARES



En cuanto a adecuaciones curriculares se refiere, es difícil mantener a una niña de tales características en una clase de infantil o primaria, aunque ello no significa que no se relacione con niños “normales” por así llamarlos o diferentes a ella, al contrario conviene que mantengo un estado social y un contacto cercano con los demás niños, apostamos por una inclusión, pero una inclusión adaptada a la niña en cuestión.


Métodos de educación y adaptaciones del currículo corren a cargo de profesionales y de padres y madres. La niña puede asistir a talleres especializados en esta patología, donde se trabaje el cariño y el afecto, habilidades motrices básicas, equilibrio. Otra opción totalmente complementaria correría por parte de los padres y madres y consistiría en colocarlas delante de videos de dibujos animados, donde prime el dinamismo, la acción, los momentos más suaves, la banda sonora que se modifica, la emoción y la risa.








PRIMER TRASTORNO: SÍNDROME AUTISTA






El autismo es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por alteración de la interacción social, la comunicación verbal y no verbal y el comportamiento restringido y repetitivo. Los padres generalmente notan signos en los dos primeros años de vida de su hijo. Estos generalmente se desarrollan gradualmente, pero algunos niños con autismo alcanzan sus hitos del desarrollo a un ritmo normal y luego sufren regresión.


Las intervenciones tempranas de conducta, cognición y habla pueden ayudar a los niños con autismo a ganar habilidades de autocuidado, sociales y comunicativas. A pesar de que no existe una cura conocida, existen casos de niños que se han recuperado.11 No hay muchos niños autistas que vivan de forma independiente después de alcanzar la edad adulta, aunque algunos llegan a tener éxito.12 Se ha desarrollado una cultura autista, en la que algunos individuos buscan una cura y otros creen que el autismo debería aceptarse como una diferencia y no tratarse como un trastorno.

Para 2010, la tasa de autismo se estima en alrededor de 1-2 autistas por cada 1000 personas en todo el mundo y ocurre cuatro a cinco veces más frecuente en niños que en niñas. Para 2014, cerca del 1,5 % de los niños en los Estados Unidos (uno de cada 68) le diagnosticaron TEA, un aumento del 30 % a partir de 1 de cada 88 en 2012.14 15 16 La tasa de autismo entre adultos mayores de 18 años en el Reino Unido es del 1,1 %.17 El número de personas diagnosticadas ha aumentado dramáticamente desde la década de 1980, debido en parte a cambios en la práctica diagnóstica y los incentivos financieros subsidiados por el gobierno para la identificación diagnóstica; la cuestión de si las tasas reales han aumentado sigue sin resolverse.


Clasificación

Trastorno Autista (TA - 1er. Grado)

Se refiere al grado más profundo del trastorno, conocido como el Trastorno de Leo Kanner, quien describió el trastorno por primera vez, en 1941, dándole el Nombre de Autismo Infantil Precoz.

 Algunas de sus características son:

  • Evita mirar a los ojos.
  • Falta del Desarrollo del lenguaje.
  • Tendencia al aislamiento.
  • Movimientos repetitivos recurrentes
  • Ausencia de comunicación Alternativa
  • Aislamiento.



Autismo Regresivo (AR –  2do. Grado)


Se refiere a una de las formas más características en que hoy se presenta el Trastorno Autista. Se piensa como el prototipo de la forma más característica que se manifiesta en la actualidad y se denomina Regresivo por la pérdida de capacidades adquiridas
No se presenta tan asiduamente como hace algunas décadas, el autismo profundo sino que se manifiesta un tipo particular del espectro autista donde hay un desarrollo, en algunos casos, aparentemente normal y en otros un desarrollo normal hasta aproximadamente los 18 meses, en algunos casos el desarrollo puede ser normal hasta el año, 15 meses y luego aparece una pérdida de las capacidades que el niño había adquirido, a saber:

  • Pérdida y evitación del Contacto Ocular
  • Pérdida del lenguaje
  • Perdida del Juego y la Interacción Social
  • Pérdida de la Comunicación
  • Aislamiento progresivo
  • Aparecen conductas repetitivas

Autismo de Alto Funcionamiento (AAF – 3er. Grado)

Este es un tipo particular de manifestación del Trastorno del Espectro Autista donde sus primeras manifestaciones suelen ser confundidas con Déficit de Atención o trastornos de otro tipo, ya que no se presentan las manifestaciones agudas del trastorno desde el inicio.
Hay lenguaje desarrollado y procesos cognitivos integrados que le pueden permitir en algunos casos, una permanencia en la Escuela Regular sin que se haya descubierto o sin que se hayan manifestado todas las características en el comportamiento.

Se percibe una dificultad para relacionarse con sus iguales y una serie de comportamientos e intereses rutinarios que progresivamente se van transformando hacia características que la mayoría suele sostener como del tipo obsesivas.
Sus principales características son:

  • Lenguaje aparentemente  normal
  • Torpeza motora generalizada
  • Aprendizaje casi normal
  • Ideas obsesivas
  • Conductas rutinarias
  • Gran capacidad de memoria
  • Rigidez mental
  • Falta o dificultades para expresar emociones


Causas

No se conocen con exactitud las causas, pero es probable que tanto el factor genético como el ambiental, desempeñen un papel fundamental en esta enfermedad.
Se ha descubierto que existen ciertos genes que están relacionados con el desarrollo del autismo. Además, estudios realizados a personas con autismo demuestran que tienen irregularidades en varias regiones del cerebro.

Los estudios de personas autistas han encontrado diferencias en algunas regiones del cerebro, incluyendo el cerebelo, la amígdala, el hipocampo, el septo y los cuerpos mamilares. En particular, la amígdala e hipocampo parecen estar densamente poblados de neuronas, las cuales son más pequeñas de lo normal y tienen fibras nerviosas subdesarrolladas. Estas últimas pueden interferir con las señales nerviosas. Otra de las características encontradas es que el niño diagnosticado con autismo puede presentar un subdesarrollo de "las neuronas espejo", incluso algunos expertos afirman que carecen de ella, dicha ausencia o subdesarrollo provoca un descenso metabólico y funcional en el lóbulo frontal, provocando un descenso estructural particularmente en la zona donde se halla "la teoría de la mente". También se ha encontrado que el cerebro de un autista es más grande y pesado que el cerebro promedio. Estas diferencias sugieren que el autismo resulta de un desarrollo atípico del cerebro durante el desarrollo fetal, y habiendo diversos cambios también en el cerebelo.





ADECUACIONES
CURRICULARES





Se pueden distinguir dos grandes tipos de adaptaciones de los currículos:
Cómo enseñar y/o evaluar.
Qué enseñar y/o evaluar.


Adecuaciones  en el «cómo»

Este tipo de modificaciones se realizan en cuestiones como el agrupamiento de alumnos, los métodos y técnicas de enseñanza-aprendizaje y las actividades programadas y pueden consistir en acciones del tipo:

  • Situar al alumno con autismo en los grupos en que mejor se adapte con sus compañeros.
  • Estructurar el temario en función de: objetivos pedagógicos que se persiguen, estrategias metodológicas a emplear, actividades a realizar, acciones de apoyo establecidas, etc.



Adaptaciones en el “qué”

Son adaptaciones de carácter individual de ciertos aspectos de los contenidos o de diversas competencias con el fin de alinearlas con las capacidades y necesidades del niño con autismo. Estos son algunos ejemplos:

  • Dar prioridad a los objetivos y contenidos que hacen referencia a los aspectos comunicativos, ya sean verbales o no verbales.


  • Destacar las competencias o temas relacionados con el medio físico y social y las habilidades socioemocionales.


Introducir objetivos y contenidos referidos al aprendizaje de un sistema alternativo de comunicación.





Síntomas del autismo en los niños



Existen diversos síntomas que pueden ayudar a saber si un niño padece autismo:



Indicadores precoces:

  • No balbucea ninguna palabra al año de edad.
  • No señala ningún objeto hasta los 12 meses.
  • No responde a su nombre.
  • No pronuncia palabras hasta los 16 meses, o frases de dos o más palabras hasta aproximadamente los dos años.
  • No establece un contacto visual correcto.
  • Alinea de manera excesiva los juguetes u otros objetos.
  • No sonríe ni muestra receptividad social.
  • Indicadores tardíos.
  • No tiene interés en hacer amigos.
  • No es capaz de comenzar o mantener una conversación.
  • Es poco imaginativo a la hora de jugar.
  • Utiliza un lenguaje repetitivo.
  • Tiene rutinas y cualquier intento de modificarlas le genera una gran angustia.
  • Muestra un apego excesivo a determinados objetos.





TRASTORNOS GENERALIZADOS DEL DESARROLLO (TDG)






Se definen como un grupo de trastornos caracterizados por alteraciones cualitativas de las interacciones sociales recíprocas y modalidades de comunicación así como por un repertorio de intereses y de actividades restringido, estereotipado y repetitivo. Estas anomalías cualitativas constituyen una característica persuasiva del funcionamiento del sujeto, en todas las situaciones.



Está definido por el DSM-IV desde 1994 y se divide en cuatro categorías:

  • Síndrome autista (autismo de Kanner).
  • Síndrome de Rett.
  • Trastorno desintegrativo de la infancia (síndrome de heller).
  • Síndrome de Asperger.







miércoles, 30 de septiembre de 2015

CUARTA DIFICULTAD: DISGRAFIA

¿QUE ES LA DISGRAFIA?











La disgrafia es una discapacidad de aprendizaje que afecta la escritura, un proceso que requiere un complejo conjunto de habilidades de procesamiento motrices y de la información.

La disgrafia dificulta el acto de escribir. Puede llevar a problemas con la ortografía, mala caligrafía, y dificultad para poner los pensamientos por escrito. Las personas con disgrafia pueden tener problemas para organizar las letras, números y palabras en un renglón o una página. Esto puede ser causado en parte por:

  •   Dificultades óptico-espaciales: problemas para procesar lo que los ojos ven.
  • Dificultad para procesar el lenguaje: problemas para procesar y dar sentido a lo que los oídos oyen.





Al igual que con todas las discapacidades de aprendizaje (DA), la disgrafia es un reto para toda la vida, aunque la forma como se manifiesta puede cambiar con el tiempo. Un alumno con este trastorno puede beneficiarse con modificaciones específicas en el ambiente de aprendizaje. La práctica adicional para aprender las habilidades necesarias para ser un consumado escritor también puede ayudar.



Clasificación


Disgrafia adquirida: se produce en personas que escribían correctamente pero que como consecuencia de una lesión cerebral perdieron la capacidad o parte de la capacidad en algún aspecto de la escritura.

Disgrafia evolutiva: consiste en un retraso simple en la adquisición del aprendizaje de la escritura, que puede estar incidiendo en el resto de las áreas del aprendizaje académico, debido a un defectuoso funcionamiento en algún proceso del sistema de escritura, pudiendo ser por problemas motores, lingüísticos, semánticas.

Las disgrafias  centrales surgen por los trastornos en el proceso léxico – procesos de selección/ recuperación- mientras que las disgrafia periféricas surgen por los trastornos que se producen en los procesos posteriores, más concretamente en los procesos motores, todos susceptibles de ser dañados por lesión cerebral.

En el caso de las disgrafia centrales encontramos:


Disgrafia superficial: se produce cuando está afectada la ruta ortográfica o léxica por lo que se utiliza la ruta fonológica. Cuando ocurre esto no se pueden escribir palabras que no se ajusten a las reglas de conversión fonema-grafema una alteración en el sistema de conversión fonema-grafema.


Disgrafia fonológica: se produce cuando se lesiona la ruta fonológica y se usa la ruta ortográfica. Por esta razón no se pueden escribir pseudopalabras ya que está dañado el mecanismo de conversión fonema-grafema.


Disgrafia profunda: se produce cuando se lesionan las dos rutas (fonológica y ortográfica) por esta razón habrá dificultades con las palabras irregulares, pseudopalabras, y palabras regulares.


Disgrafia semántica: se produce cuando la conexión con el sistema semántico (donde están almacenados los significados) está afectado.


En cuanto a la disgrafia periférica encontramos:

Disgrafia apraxica: letras deformadas debido a la incapacidad para hacer uso de los programas motores.


Disgrafia aferente: incapacidad para integrar la información sobre los movimientos, procedentes de la visión y de las sensaciones propioceptivas.


Disgrafia espacial: se caracteriza por una perturbación espacio perceptivo, que se manifiesta en la inclinación u ondulación del trazo y en un aumento del margen izquierdo de la página.


 Causas

1. Causas de tipo madurativo

Existen dificultades de tipo neuro-psicológico que impiden al niño escribir de forma satisfactoria. Cuatro factores que pueden provocar disgrafía son las dificultades de lateralización, los trastornos de eficiencia psicomotora, los trastornos de esquema corporal y de las funciones perceptivo-motrices y por último los trastornos de expresión gráfica del lenguaje.

2. Trastornos de lateralización

Al menos la mitad de los niños con disgrafia presentan dificultades de su lateralización. Los trastornos más frecuentes son el ambidextrismo, niños que emplean indistintamente la mano derecha o izquierda para escribir, o niños que, siendo diestros o zurdos, lo son de una forma débil y poco definida, la zurdería contrariada, siendo la escritura de éstos últimos estrefosimbólica, es decir, de derecha a izquierda.

3. Trastornos de deficiencia psicomotora

Se excluyen aquellos casos que presentan una afectación motórica intensa, como hemiplegias, paraplegia.



Podríamos agruparlos trastornos psicomotores en tres categorías:

  • Niños con ligeras perturbaciones del equilibrio y de la organización cinética y tónica.
  • Niños con motricidad débil.
  • Niños inestables.


En la práctica clínica se observan dos tipos de niños con motricidad alterada: los niños torpes motrices con una motricidad débil y con una edad motriz inferior a la cronológica, que fracasan en actividades de rapidez, equilibrio, sujetan defectuosamente el lapicero, la escritura es muy lenta y la postura gráfica es inadecuada, y los niños hipercinéticos, en cierto modo opuestos a los anteriores. Éstos niños se manifiestan desinhibidos e inquietos, su escritura se manifiesta por ser muy irregular en dimensiones, letras fragmentadas, trazos imprecisos, etc.


4. Trastornos del esquema corporal y de las funciones perceptivo-motrices.



Dentro de este apartado encontramos: 

Trastornos de organización perceptiva: alteración de la capacidad de integración viso-perceptiva, niños sin déficits sensoriales en el órgano de la visión, pero incapaces de percibir adecuadamente (confusión figura- fondo, tendencia a las inversiones de simetría, omisiones, etc).

Trastornos de estructuración y orientación espacial: los niños presentan dificultades en reconocer nociones espaciales sencillas (derecha, izquierda) en su propio eje de referencia corporal. La escritura se presenta con desórdenes de tipo topológico, alteración de la dirección, alteración de grafemas con simetría similar, etc.


Trastornos del esquema corporal: a veces la dificultad en el reconocimiento del esquema corporal altera la escritura a nivel del soporte del lapicero, de postura corporal y con un grafismo lento y fatigoso.






Síntomas

Las dificultades más relevantes son las siguientes:

  • Los trazos no mantienen un trazo uniforme, varia constantemente


  • Distinto tamaño, en palabras y letras: grandes - pequeños, no mantienen un trazo único. Lo varían en el mismo párrafo, lo que denota una dificultad para controlar con precisión los movimientos motores que permiten un trazo uniforme, dentro del nivel de edad del niño.


  • Esta falta de uniformidad, hace que el texto o las palabras escritas dificulten la lectura para el lector, ya sea el niño o el adulto, pero además suele crear en el niño una sensación de frustración por no poder controlar el tamaño de las letras, algo que a medida que crecen parece tan sencillo para otros.


  • Los movimientos para escribir son: lentos y tensos, rígido. Esto hace que además de escribir despacio, más despacio de lo que corresponde a su edad o nivel escolar, estos niños se cansan pronto de escribir.


  • Dificultades para organizar las letras dentro de la palabra o de la frase. La separación entre letras en una misma palabra es irregular, pueden escribir la palabra "queso", por ejemplo, con un espacio entre la "q” y la "u” correcto y de repente el espacio entre la "u” y la "e” es mayor, "qu - eso" , y para juntarlas enlazan excesivamente una letra con la otra, o añaden una raya, la visualización de la palabra es correcta, pero no logran controlar el movimiento para que el espacio sea regular entre las letras. Esta misma dificultad aparece en párrafos o entre las líneas del texto.



  • Una de las características más significativas es la presión, la falta de control de la presión del instrumento, ya sea, lápiz, pluma, ceras o cualquier otro material de escribir. 
  • Es una presión excesiva de la mano y los dedos sobre el instrumento de escribir, lo que hace que se canse pronto, que rompa los bolígrafos o lapiceros con facilidad, que la letras sea muy marcada sobre el papel, y sobre todo, que esta dificultad le impide escribir al ritmo normal para su edad, lo que le crea problemas no sólo de cansancio y fatiga motriz, si no de avanzar en el estudio , ya sea por no poder seguir un dictado, una lección, o hacer esquemas, ya que pierde mucho tiempo en la escritura.


  • Postura incorrecta: relacionado con la dificultad de presión, se añade, la dificultad de mantener una postura corporal adecuada, o mantienen el tronco muy cerca de la mesa, parece que van a apretar más el lápiz con el cuerpo, o inclinan en exceso un lado del cuerpo. Este tipo de posturas, les fatiga más y les hace disminuir la atención a la tarea escolar.

 Estos son los errores o síntomas más característicos de la disgrafia, que le llevan a tener una mala letra, a cansarse y a escribir más despacio.

Pero además en la mayoría de los casos presentan errores ortográficos, gramaticales tanto en la expresión escrita como en la expresión verbal.


Tienden a escribir de forma desorganizada en la hoja, y a no aplicar los elementos básicos o reglas ortográficas como por ejemplo la puntuación, además de otras dificultades ortográficas.

 Y en general, tienen dificultades de expresar por escrito su pensamiento: en la redacción, en la copia, o dictados.Son niños fáciles de detectar, puesto que durante los inicios de la escolarización la mayoría de actividades se realizan por escrito, ya sea escribir o pintar o rellenar figuras. Es importante desde los inicios de Educación infantil, estar atentos y detectar a estos niños.


Si con actividades de apoyo e individualizadas no avanzan es cuando podemos sospechar y proponer la realización de un diagnóstico para poder realizar luego un programa individual de reducción. Es importante puesto que estos niños van perdiendo interés por los aprendizajes por la gran dificultad y esfuerzo que representa para ellos escribir.